Mi medida de autodefensa, ese mecanismo desmedido que en mis propios términos activa al cavernicola que había optado por olvidar. Olvidado por elección y por convicción. No hay manera sencilla de explicarlo y no es el momento para la parte densa de la conversación, pero le di un cambio por que era la mejor para mi y porque estabas ahí.
Pero que sucede en la ausencia? Ahora que mis instintos me hacen pensar que la ausencia será definitiva. Que sucede ahora? Ahora que no estoy obligado a decir nada, pero muero por hacerlo. Me encontraré pensando o me encontraré a mi mismo embriagado bajo los cuerpos de la noche?
Mi medida de autodefensa es correr de todo, correr y refugiarme en lo desconocido, correr una vez más y tratar de aplacar este ardor en el pecho con las bajas pasiones robadas a mi atmosfera. Aún mas ahora que el reloj sigue girando, aún mas ahora que me tiemblan las piernas, aún más ahora que algo me ahoga y me atormenta y me acosa desde adentro, matando todas mis posibilidades.
No es culpa de nadie, así es como siempre he sabido responder... pero como dice Truman: No importa hacia donde corras, siempre terminarás corriendo hacia ti mismo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario