Quiero el fuego
La noche sin fin
El olor de un cigarillo
He amado esa quietud
La tranquilidad
Una voz susurrante
La rutina
Pero quiero el desahogo
La pasión y la fuerza
Una radio de sonido penetrante
Un grito a media noche
Y la osadia de aventurarme
He llegado a querer los sueños largos
El silencio y las miradas
La paz de una noche en casa
Pero añoro el desenfreno
Y los primeros atisbos de luz
De un cuerpo alcoholizado
Quiero el baile interminable
La cercania de un beat
Y la sensualidad del movimiento.
Otra vez en una una jaula imaginaria.
Otra vez bajo barrotes
Los mismos que yo he puesto
Otra vez descubro que
La sinceridad solo vale
Cuando podemos usarlo en un mismo.
Otra vez... quiero el fuego.
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